Entre tus palabras me percate, que tu dolor es el mismo que el mío, que tu tormento es tan intenso como el que siento…
Tus lágrimas corren seguras por mis mejillas…
Tu llanto se escucha con mi voz…
Y tu soledad ya se hace mía solo con regalarte palabras de vida… eterno consuelo que perdurará en tu alma como el mas valioso recuerdo que acabará por siempre con aquel fantasma solitario que un día ahogo tus pensamientos en las mas amargas aguas de la extrema fría razón…
Ahora ven, toma mi mano y deja sentir por un rato, la dulzura de aquel gesto de amor que te permitirá seguir tu largo camino acompañado de pequeñas grandes delicias que un corazón esta dispuesto a dar.
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